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¿Cuál es la pregunta que te hacés cuando te encontrás ante un problema o una situación difícil? Tu cerebro es más poderoso que una sofisticada com****dora a tu servicio. Él responde con precisión a la forma cómo te hablás a vos mismo y a las preguntas que te hacés. Si te preguntás: - "¿Por qué soy siempre tan estúpido?", de inmediato tu mente te dará los argumentos que serán una respuesta satisfactoria. - "¿Por qué tengo tan mala suerte?", entonces tu mente te recordará todas las razones para sentirte desafortunado(a). O te enfocará en los aspectos difíciles y desagradables de tu vida. Si en cambio te preguntás: - "¿Qué hice mal?" o "¿Cómo hago para no repetir este error?", tu mente te ayudará a encontrar una salida constructiva. Los científicos e investigadores del comportamiento han determinado que las personas que logran mejores resultados, se hacen ciertas preguntas ante las situaciones difíciles. Te podés hacer preguntas que te debiliten o preguntas que te fortalezcan. Si ante un problema elegís alguna o varias de las siguientes preguntas, crearás confusión y emociones dolorosas. Ejemplos de preguntas que debilitan: - "¿Porqué a mí? - "¿Por qué tengo tan mala suerte?" - "¿Por qué a mí todo me sale mal?" - "¿Por qué le caeré mal a la gente? " - "¿Por qué a mí nadie me quiere o me comprende?" - "¿Por qué a mí me cuesta tanto aprender?" - "¿Cuánto me durará mi mala suerte?" - "¿Por qué a mí nunca me tienen en cuenta?" - "¿Por qué no me valoran?" o "¿Por qué a nadie le importa lo mío?". Todas éstas son preguntas que te inducen a generalizar o exagerar lo difícil, y sobre todo a desconocer o menospreciar tus cualidades y recursos. Además notarás cómo las respuestas a éstas preguntas te dificultarán la resolución de cualquier problema y, por encima de todo, generarán en vos autocompasión, aislamiento, culpa y resentimiento. Lo peor de todo es que te sentirás sin poder ante ésa adversidad específica. Si en cambio elegís hacerte preguntas reflexivas, tu mente se enfocará en lo que depende de vos; te ayudará a definir tu problema y tus recursos de una manera más constructiva. Estas preguntas te ayudarán a sentirte más fuerte y optimista, con más control en tus resultados. Ejemplos de preguntas con poder: - "¿Cómo puedo salir fortalecido de este problema?" - "¿Qué hice mal?" o "¿Qué error cometí?" - "¿Cómo puedo ganarme o acercarme a ésta persona tan complicada?" - "¿Cómo puedo ganar el apoyo hasta de los más renuentes?" - "¿En qué áreas tengo que prepararme mejor?" - "¿Qué lección me deja este problema?" - "¿Cómo hago para no repetir el mismo error?" - "¿Qué cualidades o recursos tengo que me ayudarán a encontrar una salida?" - "¿Qué tiene de positivo esta situación ?".
Hermanos, los invito a observar el poder de sus preguntas, a estar más concientes de su propio lenguaje interior y a disfrutar de las diferencias.